El calentador de pacientes por aire forzado es un dispositivo médico diseñado para mantener la normotermia en el perioperatorio y en cuidados críticos, reduciendo el riesgo de hipotermia inducida por anestesia o exposición prolongada. Funciona mediante un generador de aire caliente que impulsa flujo controlado hacia una manta o capucha especializada, distribuyendo calor de manera uniforme sobre la superficie corporal. Al elevar y estabilizar la temperatura del paciente, mejora la perfusión tisular, acelera la recuperación y disminuye complicaciones como coagulación alterada o infecciones.
El sistema consta de tres componentes principales:
Unidad de control y calentamiento: Incorpora un ventilador de velocidad variable y un elemento calefactor de respuesta rápida, con sensores internos que regulan la temperatura entre 35 °C y 43 °C.
Mantas/capuchas desechables o reutilizables: Fabricadas en material transpirable y resistente, con canales o compartimentos que garantizan la distribución homogénea del aire caliente.
Circuito de aire y filtros: Tubo flexible con conexión estanca que evita fugas y polvo, y filtro HEPA para asegurar la calidad del aire.
Atributo | Especificación |
---|---|
Rango de temperatura | 35 °C – 43 °C |
Caudal de aire | 40 – 100 L/min |
Modos de funcionamiento | Manual, programado, seguridad auto |
Tiempo de calentamiento | < 5 min para alcanzar 37 °C |
Fuente de alimentación | 100–240 V AC, 50/60 Hz |
Nivel de ruido | < 45 dB |
Peso de la unidad | 4–6 kg |
Dimensiones (aprox.) | 30 × 25 × 20 cm |
Aplicaciones clínicas
Sala de operaciones: Prevención de hipotermia durante intervenciones largas o de gran envergadura.
Unidad de cuidados intensivos: Soporte térmico en pacientes con shock, quemados o sepsis.
Transporte intrahospitalario: Mantenimiento de calor en traslados dentro de quirófano, radiología o UCI.
Obstetricia y neonatología: Protección térmica en partos y cuidado de recién nacidos prematuros o de bajo peso.
Ventajas y consideraciones
Eficiencia térmica: Control automático evita picos de temperatura y quemaduras dérmicas.
Facilidad de uso: Interfaz sencilla con indicadores LED y alarmas sonoras por desviaciones de temperatura.
Seguridad del paciente: Filtros HEPA y conexiones seguras minimizan riesgo de contaminación.
Versatilidad: Múltiples tamaños de manta y accesorios adaptables a distintas anatomías.
Mantenimiento: Limpieza periódica del filtro y verificación de sensores garantizan prolongada vida útil y cumplimiento normativo.
En conjunto, las unidades de calentamiento por aire forzado representan una solución confiable y versátil para la gestión de la temperatura perioperatoria y crítica, mejorando el confort del paciente y favoreciendo resultados clínicos más seguros y efectivos.
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