El tubo nasogástrico (SNG) es un dispositivo médico esencial en el cuidado de pacientes que requieren apoyo nutricional, administración de medicamentos o drenaje gástrico. Esta guía está diseñada para proporcionar información clara y útil tanto a pacientes como a cuidadores.
¿Qué es un tubo nasogástrico?
Es un tubo delgado y flexible que se introduce a través de una de las fosas nasales, pasa por la garganta y llega hasta el estómago. Está fabricado con materiales como silicona, poliuretano o PVC, y su elección depende de la duración del tratamiento y las necesidades específicas del paciente.
¿Para qué sirve?
El SNG tiene múltiples aplicaciones clínicas:
Nutrición enteral: Proporciona alimentación líquida a pacientes que no pueden ingerir alimentos por vía oral.
Administración de medicamentos: Permite suministrar fármacos directamente al estómago.
Drenaje gástrico: Ayuda a eliminar contenido gástrico en casos de obstrucción intestinal o después de cirugías.
Tipos de tubos nasogástricos
Existen varios tipos, entre ellos:
Sonda Levin: De un solo lumen, utilizada principalmente para alimentación y administración de medicamentos.
Sonda Salem: De doble lumen, adecuada para drenaje gástrico y descompresión.
Sonda de poliuretano o silicona: Más flexibles y cómodas, ideales para tratamientos prolongados.
Cuidados básicos
Para garantizar el buen funcionamiento y prevenir complicaciones:
Mantener la cabeza del paciente elevada a 45° durante y después de la alimentación para evitar el reflujo.
Lavar las manos antes de manipular la sonda.
Limpiar diariamente la zona nasal y la parte externa de la sonda con agua y jabón suave.
Verificar la posición de la sonda antes de cada uso, observando la marca de longitud y aspirando contenido gástrico si es necesario.
Posibles complicaciones
Aunque es un procedimiento seguro, pueden presentarse:
Irritación nasal o dolor de garganta.
Obstrucción de la sonda.
Desplazamiento accidental.
Infecciones si no se mantienen adecuadas medidas de higiene.
Conclusión
El uso del tubo nasogástrico es una herramienta vital en el manejo de diversas condiciones médicas. Con los cuidados adecuados y siguiendo las indicaciones del equipo de salud, pacientes y cuidadores pueden manejarlo de manera segura y efectiva. Ante cualquier duda o signo de complicación, es fundamental consultar con un profesional médico.